Por Erick Rios
No hubo necesidad de aguardar a que sonara el despertador, los rugidos de un mono aullador nos levantaron de la cama 5 minutos antes de lo planeado. Hicimos los preparativos necesarios y a las 6 am nos encontrábamos ya de camino hacia la Zona Arqueológica de Calakmul. Después de conducir 10 minutos por la carretera federal, nos encontramos ante el entronque que nos llevaría a través de la reserva hacia nuestro destino, poco más de 60 kilómetros de travesía por la densa selva del sureste mexicano.
Nuestro paso era lo suficientemente lento para contemplar los animales que despreocupadamente se atravesaban en nuestro camino: pavos ocelados, tapires y jabalís posaban a cada momento para nosotros, pues precisamente al despuntar el alba los habitantes de la jungla se mueven en busca de agua y alimento.
Tras 2 horas de camino, llegamos a las puertas de la zona arqueológica, una de las más impactantes que existen por sus impresionantes estructuras, su historia y su entorno. Fuimos los primeros visitantes en llegar, por lo que tuvimos tiempo de recorrer el sitio y tomar fotografías con total libertad.
Una vez en el interior, nos dirigimos a La Gran Plaza, el que fuera corazón de la antigua metrópoli. Nos dieron la bienvenida cientos de aves, cual aviario natural con los monumentos de fondo; los tucanes eran los más numerosos y visibles, incluso algunos de ellos se posaban en las estelas o en el techo de los templos. Decidimos subir a uno de ellos para ver el panorama a la altura de la copa de los árboles; la vista era espectacular, como un manto verde del cual sobresalen como fantasmas las estructuras más elevadas.
Nos dirigimos hacia La Gran Pirámide, el edificio más alto del lugar, con casi 60 metros de elevación. Desde ahí no hay nada que obstruya la vista, hacia el frente se observa la dimensión de la antigua ciudad maya, y a las espaldas sólo el verde de la selva con águilas volando en todas direcciones.
Descendimos de la estructura para visitar el resto del sitio, al tiempo que comenzaban a llegar más visitantes, sin embargo el lugar es tan extenso y aislado que no muchos llegan hasta aquí. Pasado el mediodía, a la sombra de los árboles que atenuaban un poco el calor húmedo de la jungla, nos dirigimos a la salida con todos los sentidos satisfechos al máximo.
Este maravilloso sitio llamado Calakmul está ubicado al sur del estado de Campeche, cerca de la frontera con Guatemala, Calakmul fue una de las principales metrópolis del mundo maya, sólo comparable a Palenque y Tikal. La antigua capital del Reino de la Serpiente (como fue conocida por los mayas del periodo clásico), es sin duda un lugar enigmático, no sólo por sus imponentes estructuras y su riqueza histórica, sino por su incomparable entorno natural, dentro de la selva tropical más extensa de México.
Por su inigualable riqueza y la naturaleza que lo rodea, fue designado como Patrimonio Mixto de la Humanidad por la UNESCO, uno de los pocos sitios del país con esta distinción. ¡Ven a Calakmul y déjate sorprender por México! Y si necesitas un poco de ayuda acércate a nosotros, estamos para servirte y hacer de ese viaje una experiencia maravillosa.
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