A tan sólo diez kilómetros de San Cristóbal de las Casas nos espera una comunidad en la que el tiempo no ha pasado: San Juan Chamula. Un lugar lleno de misticismo y tradiciones ancestrales que podemos observar desde el primer momento en que llegamos. Casi de inmediato podremos contemplar la peculiar vestimenta de la comunidad tzotzil que ahí habita: las mujeres con sus faldas negras, hechas de lana, y atadas con una tira a modo de cinturón; los hombres con sus abrigos, también de lana, con incrustaciones del mismo material, que entre más cubiertos estén representan un estatus social más elevado.
San Juan Chamula es un pueblo pequeño pero encantador y hay una visita que no te puedes perder: la Iglesia de San Juan Bautista, una experiencia única. La iglesia no es parte de ninguna diócesis, pues quienes asisten a ella la usan para realizar antiguos rituales que no van de acuerdo con ninguna práctica cristiana.
Esta mezcla cultural, religiosa y de tradiciones la convierte en uno de los templos más peculiares del mundo. En su interior no se permite tomar fotografías, por lo que te recomendamos ser muy respetuoso de esta norma, ya que los habitantes son muy celosos en el cuidado y observación de la misma. En el atrio de la iglesiay en los alrededores podrás encontrar bellas artesanías hechas de lana, ámbar o barro. Sea cual sea tu presupuesto seguramente podrás llevarte un bello recuerdo de este lugar.
A pocos kilómetros de San Juan Chamula podremos conocer otra bella comunidad: Zinacantán. Ambas poblaciones son maya-tzotzil. Te recomendamos visitar una de las casas en las que te muestran cómo se usa el telar de cintura para realizar bellos manteles, cojines y una variedad infinita de artesanías con una combinación exquisita de hermosos colores.
Muy seguramente durante esta visita sus habitantes compartirán contigo los tacos más deliciosos que comerás en tu vida: tortillas hechas a mano, queso elaborado por ellos mismos y una deliciosa salsa molcajeteada. Sencillo, sí, pero los disfrutarás enormemente.
Esta comunidad es líder en floricultura, así que te deleitarás con un colorido y mágico paisaje lleno de flores y textiles.
Si eres un apasionado de la fotografía serás seducido por el paisaje de Zinacantán, la variedad de las artesanías y lo llamativo de la vestimenta de sus habitantes, pero te recomendamos pedir permiso a las personas antes de retratarlas; si no te lo permiten o no pides permiso no lo hagas, pues no respetar los usos y costumbres de las comunidades podría hacerte pasar un momento incómodo, pero si solicitas autorización de forma cortés y amigable seguramente la respuesta será un sí y tendrás fotos tan bellas que te darán ganas de ampliarlas y lucirlas en la sala de tu casa. Con un poco de suerte, cuando te ganes la confianza de los lugareños podrás compartir con ellos su particular bebida: el pox o posh.
Un día es suficiente para visitar ambas comunidades y regresar al atardecer a San Cristóbal o seguir con tu recorrido, ya que hay muchas opciones para un viaje inolvidable. ¿Quieres que te ayudemos? Con todo el gusto del mundo podemos contribuir a que tu visita sea una grata experiencia: ya sea haciedo un recorrido a caballo, en bicicleta o bien en tour regular, como lo prefieras, podemos asesorarte, pues somos expertos en esta hermosa zona de nuestro México.
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