¿Tienes un fin de semana en la Ciudad de México y quieres visitar algo espectacular? No lo pienses más y lánzate a Tlaxcala porque con orgullo resguarda en su territorio una zona arqueológica que te encantará, nos referimos a Cacaxtla.
Este lugar fue usado como centro ceremonial, zona habitacional para altos gobernantes y sitio clave para la defensa de los territorios del pueblo olmeca-xicallanaca, ya que, al ubicarse en una gran plataforma natural permitía una amplia visibilidad de los alrededores y daba a los pobladores una ventaja defensiva.
Al entrar en la zona encontrarás pirámides con adoratorios y pequeños recintos. Pero, ¿Qué hace tan especial a este lugar?, pues los increíbles murales que fueron pintados con vivos colores, entre los que predominan el rojo, azul, amarillo, negro y blanco, y que, como los grandes guerreros, han soportado el paso del tiempo y se mantienen con una viveza que nos transporta en el tiempo. Uno de los más importantes y mejor conservado es el “Mural de la batalla” que nos relata la lucha entre guerreros jaguar olmecas y guerreros pájaro, los primeros derrotando, sometiendo y desmembrando a sus adversarios, después de una cruenta lucha. Durante el recorrido también podrás conocer los murales del hombre jaguar y el del hombre pájaro, entre muchos otros.
Esta zona también cuenta con un museo de sitio donde podrás observar muchos de los objetos que fueron hallados en el sitio durante su excavación.
El sitio es pequeño y por ello te dará tiempo de tener una visita extra: la zona arqueológica de Xochitécatl. Se encuentra a tan sólo 500 metros de distancia de Cacaxta, y aunque es poco conocida, es de gran importancia para el desarrollo de la cultura tlaxcalteca, ya que fue uno de los primeros asentamientos en el valle de Tlaxcala y Puebla. Fue un centro ceremonial usado por todas las poblaciones aledañas al lugar. Los pobladores la abandonaron en el 900 d.C pero se tienen datos de asentamientos humanos desde el 1600 a.C. En este sitio podrás admirar las estructuras de La Espiral y de La Serpiente, además de la más grande e importante: La Pirámide de Las Flores. Todas ellas, al igual que sucedía en otros lugares prehispánicos, fueron creciendo en tamaño al construirse una nueva estructura sobre la que había originalmente.
Es muy interesante la visita y al estar ahí tendrás el privilegio de una vista hermosa y excepcional, los volcanes Iztaccihuátl, Popocatépetl y la Malinche.
Al término de tu visita puedes pasar al centro de Tlaxcala a comer en los portales una deliciosa sopa tlaxcalteca y un fresco pulque del sabor que más te guste.
¿Te gusta la aventura, programa tu viaje para que te quedes a dormir en Tlaxcala y al otro día puedas ver el amanecer desde los cielos, en un globo aerostático. O bien continúa tu recorrido a Val’Quirico, a tan solo 15 kilómetros del centro. Otra opción puede ser visitar Puebla, estar ahí todo el día y por la tarde regresar a casa. Recuerda que cualquiera que sea tu plan nosotros estamos siempre dispuestos a ayudarte para que todo salga perfecto.
¡Saludos, viajero!
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